Olimpia Valencia (1898-1987) fue la primera médica gallega y la primera que ejerció como ginecóloga en Vigo, además de ser una gran valedora del galleguismo. Ayer recibió un homenaje en Vigo con la participación de sus sobrinos, Alberto y Ana Cunquejo, así como de profesionales sanitarios y personalidades del mundo de la cultura. Olimpia Valencia tiene una calle en Canido, pero es todavía una gran desconocida para la población. Ayer la rescató del olvido la Irmandade da Sanidade Galega, que descubrió una placa en su honra en la calle del Príncipe, donde tuvo una consulta, junto con el Colegio Médico de Pontevedra y la Secretaría Xeral de Política Lingüística. Allí recordaron el carácter de esta mujer tenaz, muy entregada a su profesión, austera pero muy elegante, y con grandes inquietudes culturales y galleguistas. Este acto simbólico tuvo lugar a las doce del mediodía y una hora después continuaba en la sede del Colegio de Médicos de Pontevedra, donde el historiador Ricardo Gurriarán hizo una semblanza de la ginecóloga, que aunque nacida en Baltar pasó la mayor parte de su vida en Vigo. Tras estudiar la carrera en Santiago, hizo la tesis en Madrid y abrió una consulta en Vigo. Fue también fundadora de la Academia Médico-Quirúrgica de Vigo y de la Alianza Francesa. El homenaje se hizo coincidir con la asamblea anual de la Irmandade da Sanidade Galega, en la que ayer ingresaron nuevos irmandiños, profesionales que se comprometen a defender el uso del gallego en la sanidad. El presidente de la Irmandade, Pablo Vaamonde, dijo que los pacientes necesitan sentirse acogidos de forma personalizada en su propia lengua y que la palabra forma parte del proceso terapéutico. Dijo que en los hospitales hay poco uso (en Primaria es algo mayor) y que las administraciones tienen obligación de promover el gallego aunque lo hace “de forma deficiente”. Entre los nuevos irmandiños que ayer hicieron público su compromiso con el idioma están el propio presidente del Colegio de Médicos de Pontevedra, Luis Campos, la diputada de En Marea y enfermera Eva Solla, la concejala viguesa y celadora Margarida López, y otros profesionales, algunos de Ourense y Lugo.
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